2. ADN y la Biblia

Veamos como se construye un ser humano por dentro, y como se vincula el ADN con los escritos bíblicos.
Hidrógeno = Cielo
El hidrógeno es el elemento número uno de la tabla periódica, la principal “Piedra de Ángulo”.
Nuestra principal fuente de luz es el sol, y el sol está hecho principalmente de hidrógeno, luego en la Biblia al Mesías de Nazaret se le llama “Sol de Justicia”.
Fósforo = Tierra
En latín Fósforo se llama Phosphorus, es un componente fundamental de nuestro ADN, y cuando la biblia habla de que nuestra carne es corrupta, se refiere a este componente, es un elemento muy pesado que actúa como ancla, que en griego significa: Fos (luz) y Foro (portador), es decir, el portador de la luz por ello antiguamente las cajas de cerillas se llamaban “lucifer”, ¿lucifer? ¿phospHORUS?, tal ves solo sean coincidencias, sigamos.
Y lo que hay entre el Cielo y la Tierra, es decir entre el Hidrógeno y el Fósforo es la Expansión o bóveda celeste, nuestro primer cielo.
Nitrógeno = Expansión
El cielo está constituido principalmente de nitrógeno, es el elemento 7 de la tabla periódica, nuestro cuerpo ADN está constituido por Adenina, Citosina, Timina y Guanina que son las bases nitrogenadas, entonces entre Cielo y Tierra estamos nosotros, y lo vinculamos con los 4 evangelios.
Desoxirribosa = Leche y Miel
Este componente de nuestro ADN no pertenece a la tabla periódica y básicamente es azúcar, puede ser que represente a la “tierra prometida” de dónde fluye leche y miel, mas adelante profundizaremos cuando lleguemos al libro de Éxodo sobre el “mana”, ese misterioso alimento de los dioses que nos ayudará a ir entendiendo el proceso.
Entonces ya tenemos todos nuestros elementos representados en la Biblia.
Resumen:
El Antiguo Testamento describe la llegada de un Mesías terrenal (tierra) y el Nuevo Testamento invita la venida de un Mesías celestial (cielo).
LA TÚNICA MULTICOLOR DE JOSE
LIBRO LOS 120 JUBILEOS Y LA CUENTA REGRESIVA